Fuente: ABC Madrid 30/5/23
La información obtenida por satélite servirá para confeccionar un mapa semanal.
Un fusil de aire comprimido, dardos de titanio y mucha puntería para dar en la aleta dorsal es lo que ha necesitado el doctor en Ciencias del Mar, Renaud de Stephanis, para realizar el primer marcaje satelital de una orca en el Estrecho de Gibraltar. Lo hizo hace apenas unas semanas y forma parte de una iniciativa del Gobierno para monitorizar el grupo de cetáceos que está detrás de los incidentes con barcos que se han multiplicado en los últimos años. El más reciente, hace un mes, acabó con el velero ‘Champagne’ hundido.
Para sorpresa de científicos y navegantes, desde 2020 España ha registrado más de 500 «interacciones» entre barcos y orcas frente a la costa, según los datos del grupo de trabajo Orca Atlántica. En los casos más graves, las orcas se acercan en grupo a las embarcaciones, las rondan durante 20 o 30 minutos y golpean el timón, dejándolo inutilizable. También han llegado a hundir tres embarcaciones. Este comportamiento apenas tiene precedentes en todo el mundo y los motivos siguen sin estar del todo claros: podría ser un juego autoaprendido o una defensa tras una mala experiencia. En cualquier caso, lo que empezó con pocas orcas implicadas ahora se ve en un grupo mayor.
Por ello, el programa del Gobierno, ejecutado por la entidad CIRCE (Conservación, Información y Estudio sobre Cetáceos), tiene como objetivo el marcaje satelital de seis ejemplares de orca a lo largo de este año. Con la información obtenida se identificará su localización y se elaborará un mapa semanal de la zona aproximada en la que la orca se haya desplazado.
Mapas semanales
Según indican fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica, la información obtenida se distribuirá principalmente a través de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (Salvamento Marítimo – Ministerio de Transportes) y de la Marina Mercante (Ministerio de Transportes). También habrá un mapa web (todavía no disponible) donde poder consultar la información, aunque no se actualizará en tiempo real para evitar que la gente, por motivos de ocio, acuda a las zonas concretas en las que se puedan encontrar las orcas. Al final el objetivo es tratar de minimizar el riesgo de interacción, evitando o minimizando la navegación por dichas áreas.
Transición Ecológica explica que los trabajos de marcaje dan continuidad al estudio científico desarrollado a finales de 2021 por la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (CEMMA) y el grupo de trabajo de la Orca Atlántica (GTOA), cuyas conclusiones instaban a testar técnicas de minimización de las interacciones, y a profundizar en el conocimiento sobre los hábitos de la especie. Ahora el proyecto piloto pretende probar diferentes dispositivos y técnicas de navegación para ofrecer unas pautas claras de actuación, especialmente a los veleros, que permitan que su navegación sea segura.
Por ahora, las indicaciones de Salvamento Marítimo incluyen parar la máquina, arriar las velas, dejar el timón a la vía (en la misma posición longitudinal del casco), desconectar el piloto automático y apagar la sonda, además de permanecer en silencio y no asomarse en ningún caso por la borda.
De Stephanis, coordinador de CIRCE, explica que el marcaje se irá haciendo de ejemplar en ejemplar, ya que lo normal es que los dardos se mantengan entre una semana y tres meses antes de desprenderse. No hace falta marcar a todas las orcas a la vez porque estas viven en clanes. Son unos 60 ejemplares, que se dividen en familias que viven juntas. Por eso, si se marca una orca, «te dice dónde anda todo el clan», cuenta. Espera que los datos sean capaces de señalar en un área de unos 10 a 20 kilómetros dónde se encuentra el grupo, aunque reconoce que a veces alguna familia se puede separar del grupo.